Entonces una mujer que estaba detrás de mí, con los labios azulados, que naturalmente nunca había oído mi nombre, despertó del entumecimiento que era habitual en todas nosotras y me susurró al oído (allí hablábamos todos en voz baja);-¿Y usted puede describir esto? Y yo dije:-Puedo. Entonces algo como una sonrisa resbaló en aquello que una vez había sido su rostro.
Ana Ajmatova
En algún momento nosotras, también respondimos esa pregunta, podíamos describir esto, queríamos hacerlo: contar la historia de María Salomón, decir que desaparecieron sus tres hijos, acaso alguien todavía no lo sepa.
Cada una con sus pequeñas herramientas, con la punta de los dedos, en la fragilidad de la reconstrucción de lo ausente, como si bordáramos flores, intentamos hablar del dolor y la espera de María.
Preguntamos en las calles de nuestro pueblo, en los recuerdos familiares, en las imágenes que conservábamos dentro de nosotras y fueron volviendo, ovillándose en el hilo del relato: María en misa, María con los nietos de la mano, los pañuelos de colores sobre los hombros de María, la paraguaya, María golpeada. María buscando a sus hijos entre la gente.
Así nacieron las cajas objeto con sus collage y su blanco y negro y los poemas brevísimos, en la primera persona que pedía decir por sí misma.
Y fue imagen y palabra en torno a María Salomón, la madre: un objeto pequeño, que se cuenta casi con un hilo de voz, hay que acercarse para ver los detalles, para leer las minúsculas letras.
***
dejá
voy yo
pueden ser ellos
o uno de ellos
cualquiera
cómo dejar que otro
abra la puerta
acaricie primero
sus cuerpos
de hijos
***
el cuerpo de un hijo
es para siempre
el cuerpo de un hijo
quiero decir
algo que se asiste
se abriga
el cuerpo de un hijo
es para siempre
un objeto pequeño.
***
esta casa es otra
aquí no vivimos
no fue aquí donde les di
de comer
les di palabras
aquí no es
el sillón de la fotografía
los tres recién peinados
el primer día de clases
no fue aquí
el domingo de pascuas
el matrimonio de carlos
la universidad
y la guitarra
no fue en esta casa
a esta casa
se entra
hablando bajo
no se pregunta
por nadie
Laura Forchetti/Graciela San Román, un objeto pequeño, vacasagrada ediciones, Bahía Blanca, 2010.
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