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martes, 14 de marzo de 2023




A lo mejor hay algún momento del trabajo que disfruto, pero en general el trabajo no es un disfrute. A mí me cuesta mucho empezar a trabajar porque sé que me puedo estar metiendo en un molde donde me será muy difícil salir. Por mi inconformidad, por mi autocrítica, porque a veces siento que ya he hecho todo lo que tenía que hacer,

...estoy un poco decepcionado. En algún momento pensé que en la pintura podría encontrar mi alma o algo bueno, que pudiera ser un medio para encontrar una identidad, y en el fondo creo que no encontré nada o que encontré poco. Desde el principio hice mucho hincapié en los mitos del pueblo, en las leyendas, usando títulos en zapoteco o viajando por la zona de donde somos buscando colorantes naturales. Le di mucha importancia a esta parte de mi discurso, pero no creo que se pueda decir que la pintura es eso. Es eso pero es algo más, y a lo mejor me quedé nada más en el puro discurso de la identidad y le di menos importancia a la plástica… Ay, no sé, ahora se me ocurre decirlo así, pero a lo mejor me equivoco.

Francisco Toledo



domingo, 26 de febrero de 2023

Obra poética - Joaquín O. Gianuzzi

 




El sapo


Al pie del agua de un verde inmóvil

había un sapo que dulcemente vi

hace tiempo, en un verano,

y su forma contenía un posible mundo

desconocido, quizás semejante

a los vastos cielos de diciembre.

Pero el cielo mismo no se comprende en absoluto.

Estaba allí, reposado en la placidez

de su propia y espesa materia palpitante,

sensato como todas las cosas

que desde su centro aguardan

la disolución de sí mismas.

Me detuve y logré

alcanzar sus ojos con los míos

y pensé que, sin duda,

la perplejidad de ser estaba superada.

Consideré inútil otro 

conocimiento. El sapo alcanzaba

una región más vasta, 

no extraña precisamente sino 

ajena, una manera

de sobrevivir lo exactamente necesario.

Precipitado, aventurado a la existencia,

como un sapo simplemente, más allá

de la belleza

que da paz y enloquece a los hombres 

el único significado de todo eso

era la tranquila complacencia

de la húmeda piel verdosa,

vistiendo a un dios obstinado

en la razón secreta de sí mismo

Me inundó un colmado sosiego

y desmentí

la náusea y la muchedumbre de sabios

que desde Thales de Mileto

inclinan hacia el error

el tumulto precipitado bajo la frente.

Ante ese vaga fatiga

permanecía idéntico a sí mismo

e infatigable además

el sapo que dulcemente vi

hace tiempo, en un verano.


Joaquín O. Giannuzzi, Obra Poética, Emecé, Buenos Aires, 2000.


Obra visual: Francisco Toledo