sábado, 20 de marzo de 2021

José Cuneo Perinetti


...el color ante todo y sobre todo; pero como hay muchas maneras de entender el color, quiero hacer notar que el que yo prefiero es el color casi puro y brillante, tal como sale de los tubos. Puede que más adelante me aficione a la infinita variedad de los grises coloreados a los que por ahora sólo creo capaces de vestir una construcción a base de claro-oscuro... (José Cuneo Perinetti)

Medianoche en la plaza de los sueños y otros poemas - Andrés Bohoslavsky






Poesía en el lado oscuro de la luna


Cuando llegué a la luna, abrí mi valija y saqué las pocas cosas

que necesitaba para pasar esos días

creyendo que podían convertirse

en una buena oportunidad para hacer cosas postergadas:

el libro de Chéjov sin terminar

el álbum de todos que no miraba hace tiempo

el avioncito para armar que mi padre me había traído

de uno de sus viajes

y yo dejé sin tocar desde mi niñez, el cubo de Rubik

para intentar resolverlo y un cuaderno para escribir poesía.


Ahora que volví a la tierra veo a todos estos objetos

junto a mí, en el banco de siempre en la plaza

el libro de Chéjov, el álbum de fotos, el avioncito armado

y el cubo de Rubik sin sin resolver.


Estaban todos, salvo el cuaderno que olvidé

en su única pregunta escrita hay un poema

que ahora gravita sobre un cráter

en el lado oscuro de la luna.


Andrés Bohoslavsky, Medianoche en la plaza de los sueños y otros poemas, Editorial Leviatán, Buenos Aires, 2021. 


sábado, 2 de enero de 2021

 



Proceso cerámico: ¿Qué es el bosque? ramas podridas, todo el verdor, silencio, el mundo  de la niña que no sabe, hojas que desaparecen con el roce, el fuego que endurece la arcilla, que arrasa el bosque. (Graciela San Román)










Un objeto pequeño - Laura Forchetti/Graciela San Román




Entonces una mujer que estaba detrás de mí, con los labios azulados, que naturalmente nunca había oído mi nombre, despertó del entumecimiento que era habitual en todas nosotras y me susurró al oído (allí hablábamos todos en voz baja);-¿Y usted puede describir esto? Y yo dije:-Puedo. Entonces algo como una sonrisa resbaló en aquello que una vez había sido su rostro.

Ana Ajmatova



En algún momento nosotras, también respondimos esa pregunta, podíamos describir esto, queríamos hacerlo: contar la historia de María Salomón, decir que desaparecieron sus tres hijos, acaso alguien todavía no lo sepa.

Cada una con sus pequeñas herramientas, con la punta de los dedos, en la fragilidad de la reconstrucción de lo ausente, como si bordáramos flores, intentamos hablar del dolor y la espera de María.

Preguntamos en las calles de nuestro pueblo, en los recuerdos familiares, en las imágenes que conservábamos dentro de nosotras y fueron volviendo, ovillándose en el hilo del relato: María en misa, María con los nietos de la mano, los pañuelos de colores sobre los hombros de María, la paraguaya, María golpeada. María buscando a sus hijos entre la gente.

Así nacieron las cajas objeto con sus collage y su blanco y negro y los poemas brevísimos, en la primera persona que pedía decir por sí misma.

Y fue imagen y palabra en torno a María Salomón, la madre: un objeto pequeño, que se cuenta casi con un hilo de voz, hay que acercarse para ver los detalles, para leer las minúsculas letras.





***


dejá

            voy yo


pueden ser ellos

o uno de ellos

             cualquiera


cómo dejar que otro

abra la puerta

             acaricie primero

             sus cuerpos

             de hijos


***


el cuerpo de un hijo

es para siempre

el cuerpo de un hijo

                quiero decir

                algo que se asiste

                se abriga


el cuerpo de un hijo

es para siempre

un objeto pequeño.


***


esta casa es otra

aquí no vivimos

no fue aquí donde les di

                   de comer

les di palabras


aquí no es 

el sillón de la fotografía

los tres recién peinados

el primer día de clases


no fue aquí

el domingo de pascuas

el matrimonio de carlos

la universidad

y la guitarra


no fue en esta casa


                                              a esta casa

                                              se entra

                                              hablando bajo

                                                         no se pregunta

                                                         por nadie




Laura Forchetti/Graciela San Román, un objeto pequeño, vacasagrada ediciones, Bahía Blanca, 2010.




domingo, 27 de diciembre de 2020



Cuando trabajo no aspiro a la exclusiva delectación de un puñado de especialistas, sino que me gustaría mucho más que mis lienzos divirtieran e interesasen al hombre de la calle cuando sale de su trabajo y en ningún caso al maniático, al iniciado, sino al hombre que no tiene ninguna instrucción ni disposición particulares. Es al hombre de la calle a quien me dirijo, pues me siento lo mismo que él, con él es con quien deseo trabar amistad y entrar en confidencia y connivencia y es a él a quien a través de mis trabajos, quisiera proporcionarle satisfacción y encanto. (Jean Dubuffet)

El emperrado corazón amora - Juan Gelman






Divergencias


Una palabra cualquiera

no es una palabra cualquiera,

no se parece al cuerpo que la dijo,

no tiene manos, ni pies, ni amora

como un mortal. Lo que nombra

tiene mares que llevan lejos.

A su casa todos pueden entrar

y su tiempo no cesa

en cada boca. Espera

viajes por el agua oscura que

lleva su nombre.


Juan Gelman, El emperrado corazón amora, Editorial La Página S.A, Buenos Aires, 2011.

Obra visual: Jean Dubuffet





miércoles, 7 de octubre de 2020

 







“La creación milagrosa, la creación de una fuente de éxtasis perpetuo“… "un mundo con su colección de himnos“, bajo esas frases Aloïse describía su estado creativo

martes, 6 de octubre de 2020

#TRIPACORAZÓN - Julieta Santos

 



Variaciones II


un clímax desierto arbitra mi niño interior

un niño despierto habita mi clima exterior

un hábito anterior despierta en mi niño.


Julieta E. Santos, #Tripacorazón, Editorial Milena Caserola, Buenos Aires, 2020.

Obra visual: Aloïse Corbaz




sábado, 8 de agosto de 2020



El problema es convertir el espacio, que en sí mismo es frío, en atmósfera; en algo sensible y vivo. Mi trabajo es instintivo y es siempre una improvisación. Una improvisación lenta  y construida. Todo lo que pongo en un lienzo (color, dibujos, manchas, texturas...) es ensamblado por el aire. Pero el aire no se puede pintar, surge espontáneamente. Lo que asumo como pintar en un cubo y no sobre un plano. Todo esto conduce a una pintura alejada de símbolos y conceptos, autorreferencial y autónoma. El color es el agua donde nadan los ojos. Las líneas y los dibujos son las patas del pájaro, con ellas corre; la pintura son sus alas, con ellas vuela. A veces la acción es independiente de la intuición. A menudo se sincronizan. Cada día es distinto. Pero siempre intento que los colores piensen. Tengo con el color una relación familiar e íntima, ni siquiera pongo nombre a los colores. Pintar es ver y mirar; con un ojo telescópico y con otro microscópico a la vez. (Fernando Biderbost)

Superpoderes - Florencia Fragasso

 






Coreografía

Ocho mesas tiene el bar
seis ocupadas
dos vacías
me siento en la séptima
que elijo por ser de las dos restantes
la única que mira a la calle
somos ahora siete mujeres
una en cada mesa
cuatro a la calle, tres
a la nada
dos leen el diario
una un libro
otra está con un bebé en un cochecito
me sorprendo de no ser yo la del bebé
todas mayores de cincuenta
menos yo y la del bebé
no tengo qué leer ni qué escribir
no planeaba venir
anoto esto en la parte de atrás
de la cartilla médica de la prepaga
la puerta se abre, dejando entrar algo del ruido de la calle,
entra la octava


Florencia Fragasso, Superpoderes, Editorial El ojo de mármol, Buenos Aires, 2015.




jueves, 6 de agosto de 2020

Manuel Valdés Blasco

Lo mejor de este trabajo es el acto de hacerlo. Naturalmente, uno también quiere que sus obras se vean, pero el hacerlas es un verdadero placer. Los fines de semana vamos a una casa que tengo en los Hampton y también allí también tengo un pequeño taller. A mí me gusta mucho pescar, pero recuerdo que cuando entré en el garaje lo primero que hice fue montar mi estudio. Mi mujer me dijo ‘¿pero no querías pescar?’, yo le dije ‘sí, pero me gusta pintar más que pescar’. Para mí pintar es como respirar. Cuando estoy fuera del taller estoy pensando en qué puedo tomar de otros autores, veo qué puedo robar. Es como una enfermedad, una pasión que no termina. Una vez Miró me dijo: ‘Mira, este cuadro se me ocurrió de noche’ y pensé, ‘vaya, otro que no duerme’. Picasso también pinta muchas bombillas, y años atrás Goya pinta un autorretrato con velas. (Manuel Valdés Blasco)